lunes, 7 de noviembre de 2011

me hubiera gustado ser esa paloma

"Me quiero morir." Eso es lo que pense cuando me marche. Cuando cogi el avion, hace apenas dos años. Queria acabar con todo. Si, un simple accidente era lo mejor. Para que nadie tuviera que avergonzarme, para que nadie buscara un por que... Recuerdo que en el avion se movio durante todo el viaje. Habia una tormenta y todos estaban tensos y asustados. Yo no. Yo era el unico que sonreia. Cuando estas mal, cuando lo ves todo negro, cuando no tienes futuro, cuando no tienes nada que perder, cuando... cada instante es un peso enorme, insostenible. Y resoplas todo el tiempo. Y querrias liberarte como sea. De cualquier forma. De la mas simple, de la mas cobarde, sin dejar de nuevo para mañana este pensamiento: "el no esta." Ya no esta. Y entonces, simplemente, querrias no estar tampoco tu. Desaparecer. Paf. Sin demasiados problemas, sin molestar. Sin que nadie tenga que decir: "Oh, te has enterado? si, precisamente ella... No sabes como ha sido..." Si, ese tipo contara tu final, lleno de quien sabe cuales y cuantos detalles, se inventara algo absurdo, como si te conociera de siempre, como si solo el hubiera sabido realmente cuales eran tus problemas. Es extraño... Si quiza ni siquiera has tenido tiempo de entenderlos tu. Y ya no podras hacer nada contra ese gigantesco boca-oreja. Que palo. Tu memoria sera victima de un imbecil cualquiera y tu no podras hacer nada por remediarlo. Si, ese dia hubieras querido encontrar a uno de esos magos: colocan un pañuelo sobre una paloma recien aparecida y, paf, de repente ya no esta. Ya no esta y basta. Y tu sales satisfecho del espectaculo. Quiza hayas visto bailarinas un poco mas gordas de lo debido, hayas estado sentado en una de esas sillas antiguas, algo rigidas, en una sala hubicada en el mejor de los casos en un sotano cualquiera. Si, tambien olia a moho y a humedad. Pero una cosa es cierta: no te preguntaras nunca adonde ha ido a parar la paloma. En cambio, nosotros no podemos desaparecer tan facilmente. Ha pasado el tiempo. Dos años. Y ahora saboreo una cerveza. Y acordandome de cuanto me hubiera gustado ser esa paloma.

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